LA CLASE DE LA CAMPANA AL INICIO DE CURSO
En los primeros días de septiembre trabajamos contra reloj para poner a punto la escuela. Tras los pintores, arreglos y demás, tratamos de revisar y seleccionar la mejor disposición del mobiliario y los materiales, dependiendo de la edad con la que vamos a trabajar, las características del grupo concreto, y de las posibilidades concretas que tenemos, aunque siempre nos gustaría disponer de más sitio y más variedad de elementos para poder ofrecer mayor posibilidades de acción e investigación de los niños y niñas.
La clase de La Campana tiene unas características muy especiales dentro de nuestra escuela. En tertulia a veces la llamamos “el cortijo”, debido a que se encuentra apartada del edificio central de la escuela. Ello conlleva potenciar la autonomía de niños y niñas, que ya se consideran “mayores”, pues deben resolver muchos encargos y tareas en el ir y venir a buscar, preguntar o compartir cosas con el resto de la escuela.
Tiene la gran ventaja de estar a pie de patio, con gran facilidad para entrar y salir a buscar cosas que necesitemos de los elementos naturales, o a realizar acciones y actividades en los espacios cercanos, al disponer de dos buenas zonas enlosadas donde hacer buenas construcciones, pinturas de grandes dimensiones, juegos motores, etc.
Vamos ahora a presentar el esqueleto de la clase, la estructura básica de que vamos a disponer para irla llenando de la vida que vaya generando el grupo, de ese músculo y vitalidad que seguro que traen tras las vacaciones. Personalizaremos los distintos espacios, e iremos viendo las distintas funciones a desarrollar en cada uno de ellos y las características de los materiales que tenemos.
¡Ya veréis como cambia en poco tiempo! Seguro que tendréis que aportar cosas varias